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Título : The Links in the Chain: imágenes de la mujer en la literatura del siglo XVIII en Inglaterra
Autor : Rodriguez Alvarez, Argentina Felicia
Fecha de publicación : 2014
Resumen : En el año de 1811 se inicia, según la tradición crítica inglesa, el periodo de la novela escrita por mujeres. Es la publicación de "Sense and Sensibility" de Jane Austen el momento que marca la historia de la literatura como el hecho definitivo para la génesis de la novela femenina. Sin embargo, no podemos ignorar que más de ciento cincuenta años de producción femenina -obras de teatro, poesía, ensayos sobre conducta, educación, moral, filosofía, derechos de la mujer- rica en géneros y temáticas distintas van a allanar el camino de la Jane Austen novelista. De ahí mi interés en estudiar a las escritoras poco conocidas, silenciadas, olvidadas por la crítica tradicional; como si Austen apareciera como generación espontánea, al margen de tantas otras escritoras que posibilitaron su sentido y su sensibilidad. El propósito de esta investigación es centrarse en los eslabones de la cadena de la escritura femenina que contribuyeron a generar una tradición. Resulta indispensable para una correcta comprensión del fenómeno histórico que comienza con Jane Austen, conocer la producción literaria de sus antecesoras, su visión del mundo y la significación de sus textos. Por lo mismo, nos atrevemos a afirmar que estudiar la novela inglesa, implica remontarse hasta los finales del siglo diecisiete. Es por esto que se propone abordar temas como: las imágenes de la mujer en el periodo de la Restauración y el siglo dieciocho; el discurso de la Ilustración como un discurso que, a pesar de su pretensión universal, establece un doble discurso: el del hombre sobre el hombre y del hombre sobre la mujer; así como el double-standard o doble moral que juzga a la escritora con criterios distintos a los que se aplica al escritor. Poner en perspectiva estos temas puede ayudar a responder algunas preguntas sobre la mujer y su relación con la novela. Un estudio sobre la mujer y la escritura nos remite necesariamente al surgimiento de la novela ("the rise of the novel" como lo define el crítico inglés Ian Watt) y al papel de la mujer en el desarrollo de este nuevo género. Esta investigación se centra específicamente en las escritoras olvidadas y deliberadamente ignoradas por la crítica. Por lo tanto, no se intenta soslayar por qué la tradición literaria canónica se equivoca al borrar de un plumazo la voz de todo un conjunto de mujeres que posibilitaron a una Jane Austen y con ella el surgimiento de la novela, que podemos trazar a partir de finales del siglo diecisiete hasta 1811. Asimismo, se pretende mostrar que sin la influencia de muchas otras escritoras, la novela inglesa, especialmente aquella escrita por mujeres, no hubiera alcanzado el auge y la popularidad que adquirió. Entre ellas, podemos mencionar a Aphra Behn, Mary Astell, Mary Robinson, Eliza Haywood, Catherine Macaulay Graham, Priscilla Wakefield, Mary Hays, Hannah More, Susannah Centlivre y Mary Wollstonecraft. La crítica feminista norteamericana, Elaine Showalter, en su ensayo Toward a Feminist Poetics plantea la necesidad de establecer una crítica feminista basada en la reconstrucción social, política y cultural de la experiencia de la mujer. Divide a la crítica feminista en dos grandes grupos. El primero, "woman as reader", aborda el estudio de la mujer como lectora de una literatura escrita por hombres; esta se basa en imágenes y estereotipos femeninos, en la interpretación de la mujer por la crítica masculina. Esta aproximación, por lo tanto, omite a un gran número de escritoras en la historia de la literatura. Al segundo grupo lo nombra "woman as writer", es decir, la mujer como productora de significaciones textuales con la historia, temas y estructuras de la literatura escrita por mujeres. Los temas de este análisis planteados por Showalter abarcan la psicodinámica de la creatividad femenina; la trayectoria de la carrera literaria femenina, ya sea individual o colectiva; la historia literaria y el estudio de escritoras sus obras, la ginocrítica. A partir de la ginocrítica se utiliz
URI : http://132.248.161.133:8080/jspui/handle/123456789/5143
metadata.dc.contributor.responsible: Rodriguez Alvarez, Argentina Felicia
metadata.dcterms.callforproject: 2014
metadata.dc.coverage.temporal: 2014-2016
metadata.dcterms.educationLevel: nivel superior
metadata.dcterms.educationLevel.SEP: Licenciatura
metadata.dc.description.objective: Este libro tiene como propósito fundamental apoyar el binomio docente-alumno para el mejoramiento de la enseñanza y el logro de los objetivos académicos de nuestra Universidad. En este caso particular, el libro pondrá al alcance de los estudiantes de Letras Modernas de la Facultad de Filosofía y Letras, así como a un público más amplio, una publicación acorde con el objetivo que perseguimos; con un cuerpo crítico y textos que no abordan totalmente el canon tradicional y que cimentan las bases para una lectura valorativa de la literatura. El objetivo de este proyecto es facilitar la impartición de las asignaturas Literatura Inglesa del Siglo XVIII y Seminario de Literatura Inglesa (La tradición femenina en el siglo XVIII), fundamentales en la formación de los estudiantes de nuestro Colegio, al inciarlos en la lectura cuidadosa y valorativa de la literatura escrita en este periodo. Conforme el proyecto se desarrolló y como resultado del rico diálogo con otros académicos y con los estudiantes, el objetivo se amplió y se establecieron metas más ambiciosas. Además de un marco teórico sólido, y de textos muy variados a los que el estudiante no tiene un fácil acceso, se informa y prepara al lector no solamente para la comprensión y análisis de un periodo y de los textos seleccionados, sino también como una fuente de información a la cual acudir a lo largo de su formación académica; objetivo que no se contrapone al inicial. A partir de esta propuesta, es probable que el público lector se incremente, con la certeza de que este libro no solamente será útil a los estudiantes de estas materias sino para aquellos que deseen iniciarse en el estudio y análisis de un periodo rico y complejo, y de textos literarios que representan una tradición femenina en el periodo. Para ello, los tres capítulos que conforman este libro se basan en varios aspectos, por ejemplo, cómo las escritoras lograron integrar el concepto de mujer en una persona autorial; cómo vincularon su discurso con el discurso del mercado literario; y cómo el concepto de autora se fue modificando durante el proceso. Otro aspecto es la imagen de la mujer en la sátira, y para ello se analizará la poesía de los autores más relevantes de este periodo, tales como Ben Jonson, Andrew Marvell, John Donne, John Wilmot, John Dryden, Alexander Pope, Jonathan Swift; para finalizar se estudiará el controvertido tema de la época, educación y racionalidad de la mujer al discutir y analizar los debates sobre la educación de la mujer. A lo largo del siglo XVIII se incorpora en el imaginario colectivo lo que se podría llamar la figura femenina ideal, y esto da lugar a un número considerable de libros, ensayos y artículos donde los escritores formulan una serie de consejos sobre moral y conducta, en los que se intenta inculcar en la mujer el ideal de femineidad aceptado por el pensamiento de ese siglo. Lo anterior establece un vínculo entre sociedad y educación, y el poder de la sociedad en la formación del individuo. Estos puntos se analizarán con detalle, a partir de preguntas tales como ¿si la racionalidad es diferente en los dos sexos, es acaso producto de la naturaleza o de la educación? ¿cuál es la función de la educación: subsanar las diferencias o perpetuarlas? Es así que a lo largo de esta investigación se tratará de recrear las diversas imágenes de la mujer en el siglo XVIII. También de mostrar que en este siglo la mujer comienza abiertamente a incursionar en diversos campos literarios. Las obras de ficción publicitaron lo privado y ayudaron a desarrollar, a partir de la segunda mitad del dieciocho, un culto hacia la sensibilidad que influyó el surgimiento del movimiento romántico. Otro propósito reside en el hecho de querer mostrar el papel activo de la mujer en los cambios culturales de este siglo. La historia de la recepción de lo escrito por la mujer es la historia, como bien señala Virginia Woolf, de una continua marginalización y represión. Un estudio sobre la historia literaria del d
metadata.dc.description.hypothesis: Es durante el periodo que abarca esta investigación, el siglo XVIII, específicamente entre la Revolución Gloriosa de 1688 a la publicación de "Lyrical Ballads" de Wordsworth en 1789, que nace en la conciencia del público lector una nueva categoría de discurso: la ficción. La categoría discursiva que ahora denominamos ficción constituía, entonces, un espacio de expresión abierto y novedoso. El término "realismo formal" empleado por el crítico inglés Ian Watt en "The Rise of the Novel" no denota una manera más de ocultar o disfrazar lo ficticio sino que constituye el signo formal de la obra de ficción dell siglo XVIII. Y es así que la ficción crea nuevas versiones y revisiones de la novela, lo cual resultó atrayente para muchas escritoras que se integraron a la inauguración de este mercado literario. Pero las novelistas tienen que enfrentar críticas severas. Este es el caso de Eliza Haywood (c. 1667-1756), una novelista de gran popularidad que sufrió los ataques de Alexander Pope en "The Dunciad". Pope hace uso del estereotipo de la escritora -la "scribbler"- para dar cauce a su ira a través del cuerpo femenino, al que considera de una sexualidad repugnante. En la Inglaterra neoclásica, de finales del siglo XVII e inicios del XVIII, los escritores de sátira proclamaban que leer y escribir perturbaba las débiles mentes femeninas. La escritura femenina se va conformando a través de los vacíos, el silencio y la falta de identidad. La mujer llega a subvertir las formas permitidas, es decir, los modelos establecidos para la creación, y expresa su voz que se niega a ser silenciada. La novelista en el siglo dieciocho, inicia una tradición que continuará en el siglo diecinueve. Al hablar de los orígenes de la novela en Inglaterra, es necesario el estudio de las primeras escritoras que contribuyeron al origen de esta nueva forma literaria y que, sin embargo, al paso de los años fueron excluidas de la tradición y la historia literaria existentes. Para establecer un continuum de la escritura femenina, es necesario brindar una visión histórica de las diferentes épocas y expresiones de la escritura femenina en obras que no siempre pertenecen al canon literario tradicional, Restaurar una tradición femenina permite escuchar el espacio silenciado de la mujer, la voz silenciada que también forma parte del diálogo literario y cultural que dio origen a la novela en Inglaterra. Si, como afirman Horkheimer y Adorno, la modernidad, la ilustración, es un proceso progresivo e irreversible de racionalización de todas las esferas de la vida social, que comporta, a la vez, la funcionalización e instrumentalización de la razón, y la pérdida de sentido y libertad, ¿qué lugar ocupa la mujer? Ese cuerpo objeto de dominio, ajeno, un cuerpo que se lee a partir de una razón parcial, cosificadora, pues el proceso de racionalización no se detiene, no se salva ninguna esfera, tampoco la de la subjetividad. Estas imágenes de la mujer, como bien señala Helene Cixous en "Sorties", forman parte, de nuevo, de una división binaria y jerarquizante, describen un ser sin matices, reducido a la pasividad, subordinado al hombre; definido a través de oposiciones extremas: ángel o demonio, virgen o prostituta. Toda teoría de la cultura, retomando a Cixous, parte de una lógica binaria y jerarquizante cuyo contenido reside en una serie de oposiciones. Algunas mujeres objetaron estos estereotipos construidos a partir de imágenes reduccionistas sobre la mujer, pero el precio que tuvieron que pagar fue sumamente elevado. Y es en este siglo, sin embargo, que las tradiciones literarias femeninas y masculinas comienzan a entrelazarse, a establecer una condición de interdependencia. El discurso de la Ilustración, a pesar de su dimensión universal, establece un doble discurso del hombre sobre el hombre y del hombre sobre la mujer. La doble moral juzgó a la escritora con criterios diferentes con los que juzgó al escritor. El fin último del discurso de la Ilustración reside en el he
metadata.dc.description.strategies: El siglo XVIII es un momento histórico por demás interesante. En su complejidad podemos encontrar los preceptos sociales, económicos y literarios que afectarían a los dos siglos subsecuentes y que todavía tienen gran resonancia en la cultura occidental. Durante el siglo en cuestión, la novela surgió en Inglaterra, un género literario que en el presente es muy popular. No tardó en cobrar importancia, ya que se convirtió en un género para las masas. La relevancia de la novela tiene que ver tanto con el fenómeno que causó en el mundo de las letras, con su papel como medio didáctico, como con el vínculo estrecho que existe entre éste y las minorías. Se podría decir que casi el total de la novelas llevan el nombre de una mujer en su título y el motivo tiene que ver con que se destinaban a la enseñanza moral, religiosa y social del género femenino; además se relaciona con el papel narrativo y discursivo que desempeña la figura de la mujer en este género. Debido a que la mujer ocupa el centro de la atención, las teorías feministas tienen un lugar muy importante. Tanto las teorías feministas como los estudios post-coloniales, entre otros, se han vuelto un punto de conflicto para el mundo de las letras. A mi parecer, el peligro radica en que, de acuerdo con algunos, la literatura peligra en manos de estas corrientes de pensamiento, ya que toman su materia de trabajo como el medio para llegar a un fin que no siempre se relaciona con la literatura. En otras palabras, se cree que las nuevas corrientes toman la literatura como un medio para discutir y desarrollar temas de índole social e histórica y no como un fin por sí solo. Lejos de perjudicar la literatura, si se tiene la debida prudencia, estas corrientes teóricas enriquecen nuestra apreciación de los distintos géneros literarios y deben de continuar su desarrollo. En mis primeros acercamientos a la literatura del siglo XVIII, comprendí que una parte significativa de las obras literarias de este siglo es el resultado directo del surgimiento de la vida urbana y de un nuevo orden social. La novela, los libros de conducta, los diarios, ensayos, es por demás espejo de este momento histórico. En la vida de sus personajes encontramos ya las dicotomías que se desarrollarían en la literatura del siglo XIX, aquellas que dividen el campo de la urbe, lo público de lo privado, la realidad de la fantasía. Asimismo, estas obras reflejan la importancia social de la literatura, ya que su forma y contenido nos permite acercarnos a los nuevos valores e ideologías que surgieron en este siglo. De manera más significativa, en dichas obras encontramos de qué manera la literatura como creación humana está también al servicio de su creador, ya que autoras y autores criticaron y educaron a su sociedad. Es precisamente la función didáctica y crítica de la producción literaria del siglo XVIII que hace que la novela, tanto en sus personajes como en la trama, presenten al lector una compleja gama de valores literarios y sociales, que fácilmente pasan desapercibidos en una primera lectura. Es necesario analizar los dos discursos que subsisten en ella: el discurso convencional, representado por la virtud, condescendencia e inocencia de los personajes, y el subversivo, discurso que se manifiesta en la ironía, los silencios, la caracterización y narradoras de cada obra. El lenguaje y estilo de los autores y autoras son también testimonio de una arte que caracteriza a sus personajes por el uso que cada uno hace de la lengua. Para un estudio de la tradición femenina en el siglo XVIII, será necesario abordar cómo la mujer tiene mayor libertad de escribir y publicar. Esto se debe a que la literatura se vuelve un bien de consumo y esto da pie a un proceso de comercialización. Es en este siglo que se operan cambios en la sociedad inglesa que generan el capitalismo. Esta transformación tiene su origen en una nueva economía basada en el comercio y no en la agricultura. Por tanto, la participación económica de la mujer en la
metadata.dc.description.goals: Primer año. 1. Recopilación y organización de la información a partir del material investigado. 2. Redacción de la introducción, y el primer capítulo. Segundo año. 1. Redacción del segundo y tercer capítulos. 2. Redacción de las consideraciones finales. 3. Notas y Bibliografía. 4. Revisión última. 5. Entrega del texto para su impresión. Primer año: En el siglo XVIII se estableció un nuevo orden social. Los novelistas ingleses captaron en pensamiento, las costumbres y a los protagonistas de este nuevo orden. Los y las novelistas vivían en una Europa que crecía rápidamente, que se hacía de colonias y también las perdía, en la que se formó la burguesía, el movimiento liberal que daría forma a las dinámicas políticas y económicas de los siglos sucesivos y que albergó el movimiento feminista. La mujer fue fuente temática para el sinnúmero de obras que se escribieron a lo largo de este siglo. Para los poseedores de la Razón, los libros de conducta y la novela fueron un canal para enseñar a los seres irracionales cómo dominar su naturaleza para formar parte digna de la sociedad. Para la mujer fue el momento de formar parte de la esfera pública e invertir los papeles de la esfera privada. De estas manera, nacen varios personajes femeninos que son los recipientes de la compleja ideología de la época y muestran la resonancia de la literatura y la influencia de una obra literaria en una sociedad. Para el desarrollo de estos conceptos, se empleará el primer año en la organización de las actividades de investigación y redacción de la siguiente manera: 6 meses dedicados a la lectura y análisis de nuevo material, así como a la organización del material ya investigado y recopilado. Asimismo, se elaborará la bibliografía. 2 meses se dedicarán a la redacción de la introducción y notas 4 meses estarán dirigidos a la redacción del primer capítulo y notas. Segundo año: En el siglo XVIII el interés por la mujer crece, en especial, por su subjetividad. Se hace hincapié en la diferencia y experiencias individuales de la mujer. Gran parte de lo escrito en el siglo XVIII sobre la mujer conlleva un doble mensaje, sobre todo, cuando se abordan temas como la naturaleza femenina y la educación. Se brindan relatos detallados de la vida de la mujer y se intenta evitar cualquier conflicto entre el deseo de la mujer como individuo y las normas sociales y morales. Durante este siglo surgen ideas y teorías acerca de la mujer que sólo demuestran una gran inconsistencia. La mujer es el blanco de sátiras misóginas o es motivo de elogio cuando sus sentimientos y conducta se asemejan a lo que de ella espera el hombre. Escribir planteaba una incompatibilidad, al parecer, irreconciliable: la imagen pública de la escritora y la privada de la mujer. Toda obra carente de una clara intención moral, que se desvíe de la imagen tradicional de la mujer, se convierte en el objeto de severas críticas y, en ocasiones, de escarnio. La literatura del siglo XVIII tiene una utilidad social que se expresa a través de un propósito moral. Se elogia el recato y el decoro y, por tanto, los "femenino" y lo "literario" se redefinen de acuerdo con estos términos. La escritora del dieciocho abrazó una profesión que, por su propia naturaleza, la situó en el ámbito público y, por tanto, en el blanco de las críticas. Ella resultó una figura conspicua que desafiaba el ideal femenino. Cuando la mujer era sumisa y obediente, su críticos se mostraban corteses; cuando asumía una actitud de desafío, la críticas podían adquirir un matiz abiertamente insultante. La racionalidad y la educación de la mujer son ejes temáticos fundamentales en el pensamiento del dieciocho. El tema de la mujer tiene implicaciones intelectuales, morales y sociales. En el dieciocho la educación se convierte en un instrumento de reforma social que trae consigo cambios importantes para la mujer. Se establece el vínculo entre sociedad y educación, el poder de la sociedad en la educación del individuo.
metadata.dc.description.selfAssessment: Considero que este libro incursiona en un campo poco estudiado por la crítica y que enriquecerá los estudios de la novela y la cultura del siglo dieciocho que se imparten como materias obligatorias en el plan de estudios de Letras Inglesas del Colegio de Letras Modernas. Para ello, resumo, brevemente, lo novedoso del propósito central: La mujer contribuyó al desarrollo de la novela en Inglaterra. En cierta medida, su escritura fue una extensión lógica del papel asignado a ella, por ejemplo, se le permitía escribir cartas; y si consideramos que las primeras novelas fueron epistolares, la relación entre la mujer y la novela es más fácil de comprender. Aunque a la mujer se le negó el derecho a la educación y se le excluyó del ámbito público, sí se le permitió el “capricho” de escribir cartas. Esta ocupación se convirtió en un medio excelente de expresión, además de promover nuevas vías para relacionarse. La mujer del XVIII fue astuta al transformar una ocupación privada en una actividad profesional y pública. Gracias a este “capricho” literario, la mujer tuvo una voz y creó una nueva forma literaria. Claro está que una de las razones del éxito de la escritora residió en el hecho de que sus libros daban respuesta a las necesidades de sus lectoras. Las mujeres –excluidas de muchas actividades políticas, sociales y económicas y sin saber qué hacer para brindar sentido a su tiempo y a sus vidas– hallaron en las obras escritas por mujeres una nueva dimensión. La novela las dejó entrar a un mundo de ideas; les ofreció pautas para la reflexión y constituyó un medio importante para dar a conocer –y compartir– la experiencia femenina. Las novelas escritas por mujeres (women’s novels), en cierta medida, educaron a las mujeres y proyectaron una transgresión sutil y velada. Por ello no extraña que esta nueva literatura recibiera la crítica y la desaprobación masculina. La escritora del siglo XVIII abrazó una profesión que, por su propia naturaleza, la situó en el ámbito público y, por tanto, en el blanco de las críticas. Ella resultó una figura conspicua que desafiaba el ideal femenino. Cuando la mujer era sumisa y obediente, sus críticos se mostraban corteses; cuando asumía una actitud de desafío, las críticas podían adquirir un matiz abiertamente insultante. Los efectos de la doble moral no son fáciles de precisar. Debido a que las novelas escritas por mujeres se consideraban autobiográficas, muchas escritoras intentaron proteger su vida privada asumiendo una posición de autocensura, para prevenir los ataques en su contra. Muchas otras, como veremos, tomaron la posición contraria y combatieron abiertamente esta doble moral. NOTA: Debo aclarar, que en el apartado "Beneficios del proyecto" no es posible contestar cuantitativamente apartados tales como "distribución de lo productos" o "difusión" ya que el libro recién se ha terminado.
metadata.dc.description.goalsAchieved: Se cumplió con todas los objetivos y las metas propuestas. El resultado es el libro "The Links in the Chain: imágenes de la mujer en la literatura del siglo XVIII en Inglaterra" de páginas. Esta investigación toma sus bases de la ginocrítica –categoría analítica sustentada por Elaine Showalter en su teoría literaria feminista– e intenta hacer una reconstrucción social, política y cultural de la experiencia de la mujer en el lapso que va de finales del siglo XVII al siglo XVIII. Asimismo, refiere a imágenes y estereotipos que el hombre creó para la mujer y que ella internalizó. En especial, busca definir un continuum de la escritura femenina que autoras como Aphra Behn, Mary Astell, Mary Robinson, Eliza Haywood, Catherine Macaulay Graham, Priscilla Wakefield, Mary Hays, Hannah More, Susannah Centlivre y Mary Wollstonecraft, entre otras, ayudaron a constituir. Para ello, no podemos perder de vista un hecho importante. La crítica masculina se ocupa de algunas escritoras que juzga relevantes e ignora a otras que son los eslabones de la cadena que relaciona una generación con otra. Uno de los temas centrales de esta investigación, reitero, se basa en el estudio de las imágenes de la mujer y la situación de la escritora. Considero, como afirma Virginia Woolf, que para la literatura es decisivo el momento en que la mujer incursiona en el campo literario y recibe dinero por su trabajo.En primera instancia, el estudio está dedicado a la escritura femenina de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, para después abordar las imágenes de la mujer en la etapa de la Restauración y el siglo XVIII, para terminar con el debatido y relevante tema: mujer y educación. Aproximarnos a estos aspectos conlleva, necesariamente, a una vertiente que influyó de manera notable: la doble moral o double-standard que juzgó a la mujer y al hombre con criterios diferentes. Dado el enfoque de este libro, se tratará de responder algunas preguntas que se plantean en relación con la mujer y la escritura, lo cual nos remitirá al surgimiento de la novela en el siglo XVIII en Inglaterra y al papel de la mujer en el desarrollo de este género. Por esto me centré en escritoras olvidadas o ignoradas por la crítica. Sin su participación, así como de tantas otras, la novela inglesa no hubiera alcanzado tan altos niveles de auge y popularidad. Estas escritoras constituyen unas cuantas muestras de una escritura femenina que influyó notablemente en el surgimiento de una tradición.
metadata.dcterms.provenance: Facultad de Filosofía y Letras
metadata.dc.subject.DGAPA: Literatura
metadata.dc.type: Proyecto PAPIME
Aparece en las colecciones: 4. Área de las Humanidades y de las Artes

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