Retrospectiva de la Geografía: enseñanzas para una prospectiva de la geografía ambiental

Abstract

El presente proyecto tiene por objeto formular una evaluación del pensamiento geográfico, con el fin de establecer una base epistémica y operacional del enfoque de la geografía ambiental. Nos proponemos formular indagaciones historiográficas y discusiones conceptuales, así como prácticas de campo, con la participación activa de estudiantes y docentes de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y de la Licenciatura en Geografía del SUA. Los resultados del trabajo de análisis se presentará como material de trabajo, impreso y digital, para apoyar la docencia universitaria. El presente proyecto cobra importancia ante el reciente establecimiento de la Escuela Nacional de Estudios Superiores UNAM Campus Morelia, y la necesidad de establecer espacios de reflexión e intereacción entre profesores y estudiantes.

Partimos de la premisa de que la geografía es una ciencia social. Esto no significa la negación de los componentes biofísicos del espacio; más bien se trata de ponderar el sentido íntegro del espacio mismo, mediante una concepción geográfica que no desvincule las formas, procesos y distribuciones físicas de la dimensión subjetiva y los vaivenes históricos. Pensar en términos de dos geografías una próxima a las ciencias de la Tierra y otra a las ciencias sociales y las humanidades, es por demás problemático en el contexto disciplinario contemporáneo; aunque se reconoce que dicha división ha permitido resolver satisfactoriamente el problema del vasto campo de estudio, facilitando al mismo tiempo el desarrollo fecundo de ambas vertientes. Pero más allá de la histórica división, si bien es posible asumir que cuando se habla de geografía física y geografía humana se está especificando un énfasis en los objetos de estudio, hoy en día una y otra no pueden ignorarse por dos motivos. Primero, porque lo que consideramos medio físico contiene una importante porción de procesos sociales a través de sucesivas generaciones que se manifiestan en él a través de intervenciones, percepciones o transformaciones. En el instante en que los seres humanos combinan su cotidianeidad con el entorno físico y biológico la diferenciación entre historia natural e historia humana deja de tener sentido. Segundo, porque dicho medio físico no es una realidad única o universal: es también una asimilación, interpretación o construcción humana. Se trata entonces de ponderar una geografía que permita la construcción de conocimiento a partir del estudio de procesos físicos y concretos, pero sin posturas predeterminadas o avasalladoras de la realidad vivida y, al mismo tiempo, en interacción con las demás ciencias sociales.

Hasta tiempos muy recientes las ciencias sociales no encontraron en la geografía referencias teóricas importantes para resolver interrogantes en torno al espacio, lo cual se evidenciaba en la falta de consensos sobre la noción misma de espacio y otros conceptos vinculados como paisaje, región y territorio, en las escasas referencias a textos geográficos, así como en el desconocimiento de las teorías geográficas. En términos generales, la disciplina parecía estar encerrada en el paradigma excepcionalista. La ausencia de una discusión de fondo durante los primeros cuarenta años de la centuria pasada impidió cuestionar y ampliar el contenido epistémico de la disciplina. A nivel internacional, el resurgir epistémico de la geografía encuentra sus primeras manifestaciones en la década de los cuarenta. En Francia, Estados Unidos e Inglaterra, los planteamientos teóricos de la geografía empezaron a retroalimentar a la antropología, la arqueología y la historia económica. La complejidad de los procesos temporales fomentó la interacción disciplinaria e interdisciplinaria; el trabajo conjunto de muchas especialidades con sus enfoques, métodos y técnicas. En este sentido, en el contexto exclusivamente mexicano, si bien hubo cambios en las últimas décadas, esto ha sido más bien de forma lenta y se encuentra todavía en proceso de consolidación. De ahí l