La Discapacidad desde la Perspectiva de las Ciencias Sociales

Abstract

En México, según el Instituto Nacional de Geografía y Estítica (2012) en el país, al 2010, cinco personas de cada 100 presentan alguna limitación física o mental. De acuerdo con el tipo de discapacidad, por cada 100 personas: 58 tienen dificultad para caminar o moverse; 27, para ver; 12, para oír; nueve presentaron dificultad mental; 8 cuentan con problemas para hablar o comunicarse; cinco, para atender el cuidado personal y cuatro, para poner atención o aprender. El total es mayor a 100 por las personas que presentan más de una discapacidad. Ante los datos descritos, se observa que la discapacidad va incrementado su presencia en la población, requiriendo así la atención de profesionales capacitados en materia de discapacidad, para brindar una intervención oportuna, eficaz y eficiente hacia las Personas con Discapacidad y su familia en los diversos escenarios que se desarrollan. Por consiguiente las estrategias de intervención hacia las Personas con Discapacidad son tan amplias, pues se formulan desde diversas visones disciplinarias como Trabajo Social, Sociología, Pedagogía, Derecho, Arquitectura, Derechos Humanos, Psicología y Educación Especial. Las acciones de intervención que se enfocan en la parcela de la inclusión social de las Personas con Discapacidad, se articulan y justifican desde la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, CDPcD. Siendo que la CDPcD fomenta la plena integración y desarrollo de las personas con discapacidad en todas las áreas de la vida. Esta Convención y su Protocolo Facultativo que fueron aprobados el 13 de diciembre de 2006, donde el decidido impulso de México, fue instrumental para conseguir un acuerdo internacional de vanguardia que empuja la frontera de los derechos. Esta Convención reconoce que la discapacidad es un concepto que evoluciona, resultando de la interacción entre las Personas con Discapacidad y las barreras debidas a la actitud y el entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás. Reconociendo el valor de las contribuciones que realizan y pueden realizar las Personas con Discapacidad al bienestar general de sus comunidades, por lo tanto, la promoción del pleno goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales por las Personas con Discapacidad y de su plena participación tendrán como resultado un mayor sentido de pertenencia de estas personas y avances significativos en el desarrollo económico, social y humano de la sociedad y en la erradicación de la pobreza. Por otra parte, como es de saber la discapacidad fue conceptualizada desde la mirada y discurso médico, pues en 1980 la entonces CIDDM, de la OMS, señalaba que la discapacidad era una deficiencia de la capacidad para realizar una actividad dentro del margen considerado como normal, ello como consecuencia de una enfermedad. Sin embargo en los años posteriores esta premisa se refuto a través de diversas visiones, pero es el Modelo Social de la discapacidad que traía consigo una premisa donde señala que la discapacidad la genera el contexto en que se desenvuelve la Personas con Discapacidad, proponiendo así aminorar las barreras sociales, arquitectónicas y culturales, por lo tanto las discapacidad tiene como punto toral la existencia de factores sociales que vuelven adversas las diversidades funcionales que posee una persona y que limita el acceso al desarrollo personal y social de las Personas con Discapacidad. Es así entonces que en el año 2001 se construye la refutación de la CIDDM, siendo aprobado la CIF, el cual supero la noción de normalizar a la Persona con Discapacidad e integra un enfoque biopsicosocial, entendiendo como elementos la salud, ambiente y personales de los sujetos que pueden o presentan una discapacidad. Por la razón de la declaración del CDPcD y el nuevo enfoque de entender la discapacidad, Modelo social, surge la necesidad de incrementar el interés de formar rutas de intervención e investigación en el ca