La complejidad como enfoque para la enseñanza / aprendizaje de las Ciencias Ambientales

Abstract

El nivel crítico que han alcanzado los problemas ambientales a escalas locales y globales impone enormes desafíos para la ciencia y la sociedad contemporáneas. Los enfoques convencionales de investigación científica y de diseño de intervenciones institucionales sobre los sistemas socio-ecológicos son insuficientes para abordar eficazmente la magnitud de los problemas de la ya denominada Crisis Ambiental (Leff, 2003). Si bien es cierto que la perspectiva tradicional de investigación disciplinaria ofrece herramientas muy útiles para entender y enfrentar los fenómenos y conflictos de índole ambiental, éstos requieren ser analizados desde una óptica que responda a escenarios de alta incertidumbre, al mismo tiempo que para su comprensión se requiere de la interacción e integración de diferentes áreas del conocimiento (García, 2006). El punto de partida ha sido que el ambiente, como objeto de investigación y acción, esta abordado parcialmente desde una perspectiva disciplinar ya que éste se conforma tanto de las condiciones biofísicas como de las condiciones socioculturales de un lugar determinado. Por ello, estudiar los fenómenos ambientales desde la perspectiva de las Ciencias Ambientales implica aproximarse a la realidad incluyendo tanto los elementos biofísicos (el clima, los organismos biológicos, etc.), como los elementos socioculturales (la economía, las estructuras sociales, etc.). Los elementos biofísicos y socioculturales del ambiente se encuentran estrechamente relacionados y más aún, estos elementos se definen mutuamente a partir de las relaciones que establecen entre sí. Es por esto que analizar cabalmente un problema ambiental implica abordarlo de manera integral, empleando metodologías adecuadas. En este sentido, la Licenciatura en Ciencias Ambientales (LCA) de la UNAM Campus Morelia, busca integrar campos del conocimiento de las ciencias naturales, las ciencias sociales y la ingeniería, con el objeto de formar profesionales capaces de analizar y diseñar soluciones a los problemas ambientales actuales. Para llevar cabo lo anterior, un referente clave que ha orientado el proceso de enseñanza / aprendizaje en la LCA, es el reconocimiento de que los problemas ambientales son complejos porque responden a múltiples causas, ocurren a diferentes ritmos y escalas, y están interrelacionados entre sí. En la LCA, a través del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza se han desarrollado experiencias relevantes en el diseño e implementación de procesos educativos en el ámbito de la investigación interdisciplinaria, sobre la base de que este marco de investigación es adecuado para el estudio de los problemas ambientales desde la perspectiva de la complejidad. Sin embargo, este último referente no ha sido abordado de manera puntual y a profundidad. En la segunda mitad del siglo XX se gestó el concepto de complejidad, que ha sido empleado tanto en disciplinas naturales como sociales (Gunderson y Holling, 2001), ofreciendo una nueva interpretación de los sistemas sociales y naturales y el empleo de métodos numéricos en fenómenos que antes no era posible de caracterizar de esta forma. La definición de un sistema complejo es en apariencia sencilla: un conjunto grande de componentes que interactúan bajo reglas simples, cuyo comportamiento global es función de propiedades emergentes del sistema que no están codificadas en las interacciones entre los componentes. Una forma de llevar a la práctica el enfoque de los sistemas complejos ha sido el concepto de sistema socio-ecológico, el cual consiste en varios subsistemas con algún grado de acoplamiento, que muestran algún tipo de jerarquía (Ostrom, 2009), lo que determina los fundamentos de los sistemas complejos: procesos de retroalimentación, dinámicas no lineales con valores umbrales y estados estables alternos. La propuesta de trabajo que se presenta busca generar un proceso de reflexión y análisis en torno a la diversidad de visiones teóricas